Tiene su inicio con la selección de la materia prima que puede ser papeles reciclables, lo que contribuye a la preservación del medio ambiente, o fibra virgen conocida como pulpa de celulosa.
La materia prima seleccionada es ingresada al hidropulper donde la materia prima es desintegrada por acción de la fuerza centrífuga del rotor con la adición de agua y químicos a base de alcohol, que tienen la propiedad de humectar la fibra para acelerar la desintegración y transformarla en una solución denominada pasta, la misma que por medio de bombas, es enviada a otros equipos que se encargan de retirar las impurezas existentes, pasando luego a unos equipos denominados celdas de flotación donde se procede a la extracción de la tinta y posterior lavado de la pasta.
Durante todo este proceso se utilizan elementos químicos que permiten eliminar a posibles elementos microbiológicos, garantizando la calidad y limpieza del producto.
La pasta, por intermedio de un elemento denominado fieltro, es transportada todavía húmeda a través de unos rodillos cilíndricos recubiertos de caucho con agujeros, llamados prensas, cuya función es extraer el remanente de agua contenido en la hoja de papel al presionar el fieltro y la hoja contra un cilindro secador; antes de llegar a este cilindro secador la hoja pasa a través de un sistema de vacío que ayuda a extraer el agua.
El secado final se produce cuando el fieltro a través de un rodillo prensa deposita la hoja aún húmeda, sobre la superficie del cilindro secador, el que se encuentra a una elevada temperatura. Al contacto con esta superficie la hoja es secada totalmente, quedando el papel, listo para ser almacenado en forma de una bobina gigante para su posterior transformación, mediante la utilización de máquinas rebobinadoras y cortadoras en pequeños rollos, los cuales son embolsados y depositados en almacenes especialmente acondicionados, listos para su despacho.
Cuando la fibre de celulosa se utiliza por primera vez en la fabricacion de papel, se denomina fibra virgen, y cuando a traves del reciclaje se reutiliza sucesivas veces, se denomina fibra recuperada o reclicada.
El ciclo de aprovechamiento de la fibra celulosa se mantiene vivo y en funcionamiento gracias a la continua aportacion de una cierta cantidad de fibra virgen.
Esto es necesario porque la fibra de la celulosa se va deteriorando con los sucesivos usos (se estima que puede ser reutilizada una media de 6 veces) y porque el 19% de papel que utilizamos no puede recuperarse para el reciclaje debido a que simplemente lo guardamos, como ocurren con los libros documentos o fotografias o por que a su propio uso se destruye o se deteriora, como el papel higienico o sanitario.
